El jamón ibérico y el colesterol

Sobrados estudios científicos nos hablan sobre cómo afecta al colesterol el jamón serrano y el jamón Ibérico. Hay diferencias en el aporte de grasas entre estos dos jamones debido, básicamente, a la raza del cerdo y a su alimentación.

Los jamones serranos se obtienen de cerdos de raza blanca. La principal diferencia con los jamones ibéricos es que el serrano proviene de una cría intensiva, es decir, en granjas, con lo que no tienen la libertad de hacer ejercicio diario y acumulan mucha más grasa.

Por otro lado, se alimentan exclusivamente de piensos y cereales, que aunque son de buena calidad, no es lo mismo que comer frutos y hierbas silvestres del campo. 

En resumen, la grasa de estos jamones tiene un aporte mayor de ácidos grasos saturados, que es lo que se debe evitar para que aumente el colesterol, pero no hay que alarmarse. Un consumo moderado de 40 gr. diarios, si tu colesterol está en niveles normales, no tienes que preocuparte, ya que el jamón serrano aporta multitud de beneficios, como proteínas de muy alta calidad. Contenido en minerales ricos en hierro y Zinc, así como rico en vitaminas del grupo B y D.

Los cerdos de raza ibérica, como bien sabes, pueden ser de cebo, cebo de campo y de bellota, pero vamos a centrarnos en las dos últimas categorías, que son los que mayores beneficios aportan.

Gracias a la cría en libertad, el ejercicio diario, recorriendo kilómetros cada jornada y la alimentación, la cual se basa en recursos naturales del campo en la época de engorde, da como resultado carnes más magras y con un alto porcentaje de ácidos grasos insaturados, sobre todo el jamón de bellota, con unos aportes de ácido oleico similares a los del aceite de oliva virgen.

Según un estudio llevado a cabo por el Hospital Juan Ramón Jiménez, el jamón ibérico de bellota es bueno para la salud cardiovascular ya que no solo aumenta la concentración del colesterol bueno o HDL, que ayuda a mantener las arterías en buen estado, sino que su consumo ayuda a reducir de manera significativa el colesterol malo o LDL y no provoca aumento de peso. De hecho, está recomendado en dietas hipocalóricas.

En otro estudio publicado por el Hospital Ramón y Cajal de Madrid en el año 2015 se extrajeron  conclusiones en las que se podía deducir que una ingesta moderada de jamón ibérico de bellota puede ser beneficiosa para la salud y que, además, ayuda a cuidar la línea. Estudio llevado a cabo con 100 individuos de entre 25 y 55 años en los que se incluía el consumo de 40 gramos diarios de jamón de bellota.

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